1.- LA ORDEN DE SAN JUAN DE JERUSALÉN, TAMBIÉN LLAMADA DE RODAS Y DE MALTA.
El origen de la Orden de San Juan de Jerusalén parece datar de fechas
próximas a 1048, cuando mercaderes de Amalfi (Nápoles), que visitaban los Santos
Lugares, deseaban tener un templo allí para oficiar culto; obtuvieron
autorización del califa de Egipto para construir una iglesia en Jerusalén,
fundando también un monasterio de religiosos de San Benito para dar
hospitalidad a los peregrinos. La comunidad que
administraba el hospital se independizó, un tiempo después, bajo la guía de su
fundador Gerardo Tum, asumiendo la advocación de San
Juan Bautista, por lo que
pasaron a llamarse desde entonces “Hospitalarios de San Juan Bautista”.
El Papa Pascual II aprobó la fundación del hospital
mediante la Bula “Pie Postulatio Voluntatis”, en 1113. Con el tiempo la Orden
se vio obligada a la defensa militar de enfermos y peregrinos y a proteger sus
hospitales; desde entonces unieron a su misión hospitalaria la defensa de la
fe. Con el paso del tiempo, adoptaron la cruz blanca de ocho puntas, símbolo de
las bienaventuranzas.
2.- LOS CABALLEROS DE SAN JUAN DE JERUSALÉN SE MARCHAN A CHIPRE (1291)
Tras la caída de San Juan de Acre y la pérdida de Tierra Santa en 1291, los caballeros trasladaron su sede y hospital a Limassol, en la isla de Chipre. Construyeron hospitales y, gracias a la posición estratégica de la isla, armaron una flota destinada a proteger a los peregrinos. El número de caballeros procedentes de Europa aumentaba, favoreciendo el fortalecimiento de la Orden y adquiriendo nuevas posesiones en la costa mediterránea.
La inestabilidad de Chipre frenó su expansión, por lo que los hospitalarios
procedieron, un tiempodespués, a establecer una base mejor para su sede en la
isla de Rodas.
3.- LA FORTALEZA DE LOS HOSPITALARIOS DE SAN JUAN DE JERUSALÉN EN ACRE.
La Fortaleza de la orden hospitalaria en San Juan de Acre es, sin duda, el
más espectacular de los edificios que se encuentran en la Ciudad Vieja de Acre
y un motivo suficiente para desplazarse hasta el norte del país.
La Orden de los Hospitalarios tenía como misión principal la fundación de hospitales para el cuidado de los numerosos peregrinos que se desplazaban a Tierra Santa durante la Edad Media.
4.- LA ORDEN DE SAN JUAN DE JERUSALÉN, TAMBIÉN LLAMADA DE RODAS Y DE MALTA.
En el año 1307, los Caballeros de la Orden de San
Juan desembarcaron en la isla de Rodas, haciéndose con el control de toda ella
en 1310, cuando trasladan allí su sede; los hospitalarios construyeron una
poderosa fuerza naval y navegaron por el Mediterráneo oriental combatiendo en
importantes batallas. A comienzos de siglo XIV la Orden se estructura según los
idiomas de los caballeros. Hubo inicialmente siete
grupos de lenguas: Provenza, Auvernia, Francia, Italia, Aragón (Navarra),
Inglaterra (con Escocia e Irlanda) y Alemania; posteriormente, Castilla y
Portugal. Era gobernada por el Gran Maestre y un Consejo, acuñaba moneda y
mantenía relaciones diplomáticas con otros Estados. Tras vivir y soportar siete
meses de sitio y un cruel combate contra el Sultán Solimán el Magnífico, los
caballeros se tuvieron que rendir en 1523, teniendo que abandonar Rodas.
La Velletta (Malta) |
Hasta el año 1530, la Orden subsiste sin sede territorial propia; fue entonces cuando el emperador Carlos V le cede la isla de Malta, estipulándose que debían permanecer neutrales en las guerras entre naciones cristianas. En 1565 los caballeros, a las órdenes de Fray Jean de la Vallette, defendieron la isla, durante más de tres meses, contra el Gran Asedio de los otomanos. Tras esta victoria, se fundó la ciudad y puerto de la Valletta, en honor al Gran Maestre. Los caballeros realizaron en Malta un singular cambio urbanístico, cambiando su fisonomía con nuevos palacios, iglesias, fortificaciones y jardines; se fundó un gran hospital, pionero en la época. Durante siglos, la flota maltesa intervino en la defensa del Mediterráneo contra los otomanos y piratas del norte de África. En 1571, participó en la batalla de Lepanto.
Cocatedral de San Juan de La Velletta (Malta) |
5.- LA ORDEN DE MALTA
Tras la época más brillante vivida por los caballeros de San Juan de Jerusalén
en Malta, Napoleón Bonaparte, durante su campaña en Egipto en el año 1798,
ocupó la isla ya que tenía un lugar privilegiado en pleno Mediterráneo. El
código que tenía la Orden les prohibía combatir contra los cristianos, por lo
que los caballeros se vieron obligados a marcharse y abandonar la isla. Después
de pasar por varias sedes provisionales, la Orden se
estableció en Roma en el año 1834, donde posee el Palacio Magistral y la Villa
del Aventino como sedes, constituyendo el estado más pequeño del mundo, dado su
estatus de extraterritorialidad. La Soberana Orden de Malta conserva relaciones
diplomáticas con más de cien naciones y tiene observadores en organismos
internacionales.
En la segunda mitad del siglo XIX la Orden vuelve a dedicarse de lleno a la
misión hospitalaria que la caracterizó en sus orígenes, adquiriendo cada vez
más fuerza y ejerciéndola en muchos países del mundo. Durante la Primera y la
Segunda Guerra Mundial se realizaron misiones hospitalarias y de caridad en
múltiples lugares, realizando una labor extraordinaria (1931-1951).
Posteriormente, los proyectos y misiones humanitarias se propagan por las
regiones más necesitadas del mundo. Actualmente la Orden está constituida por
más de 12.500 miembros, con una inmensa estructura de voluntariado. Mantiene
hospitales, clínicas, residencias de ancianos, comedores sociales repartidos
por todo el mundo. En la ciudad de Sevilla gestionan el comedor de San Juan de
Acre, que suministra diariamente en torno a unas 300 comidas a personas
necesitadas.
6.- LA ORDEN DE MALTA EN ESPAÑA.
En las secciones anteriores hemos visto la evolución de a Orden de Malta desde sus
orígenes en Tierra Santa hasta la actualidad. Hoy nos vamos a detener a hacer
una breve panorámica de su trayectoria en España.
La Orden se estableció en España bastante pronto, ya que en el año 1115 la
Reina Doña Urraca le concede la aldea de Paradinas, en Salamanca. Un tiempo
después se instalan en Navarra (1120), Portugal (1122) y Aragón (1125).
Retrato de Carlos IV |
En sus comienzos, la Orden en España dependía del
Prior de Saint Gilles (Francia), pero posteriormente se fueron creando diversos
prioratos y una red de encomiendas. La Orden comienza a militarizarse en la
segunda mitad del siglo XII, pasando a prestar servicios bélicos en las
fronteras de los reinos ibéricos con el islam, en auxilio de las monarquías
peninsulares.
Reina Doña Urraca |
Cuando Napoleón Bonaparte se apodera de la isla de
Malta en 1798, ya expusimos que expulsa al Gran Maestre y sus caballeros; en España
Carlos IV incorpora las posesiones de la Orden a la corona y se proclama Gran
Maestre en sus dominios.
Castillo de Consuegra (Toledo) |
Llegado el año 1837, con la desamortización, los
bienes sanjuanistas fueron vendidos a particulares, quedando la Orden despojada
de su patrimonio y de sus rentas; quedó reducida a una condecoración. Fue el
rey Alfonso XII, en 1885, quien reconoció al Gran Maestre su dignidad y le
devolvió su autoridad sobre los caballeros españoles, llegando a formarse la
llamada “Asamblea Española de la Orden”. Una vez que perdió sus propiedades y
sus rentas, se dedica a ejercer labores benéficas y asistenciales, tal y como
apuntábamos en comentarios anteriores; una muestra muy cercana la tenemos en el
comedor de San Juan de Acre en Sevilla.
Iglesia de San Juan de Consuegra (Toledo) |
7.- LA ORDEN DE MALTA EN ANDALUCÍA Y EN LORA.
La Orden se asienta en España a comienzos del s. XII y llegó a Andalucía
acompañando al rey Fernando III. La mayor parte de su patrimonio lo concentró
en tierras de Córdoba y Sevilla, en el curso medio del Guadalquivir. Los
caballeros aplicaron en esta zona medidas repobladoras y concedieron fueros y
cartas-pueblas; a fines de la Edad Media, los sanjuanistas centralizaban sus
propiedades y villas en torno a la bailía de Lora, la encomienda de Tocina y Robaina, la encomienda de Alcolea, además
del priorato sevillano de San Juan de Acre, algún patrimonio en Gibraltar y el
convento de Santa Isabel de Sevilla.
La Orden de Malta estuvo presente en la villa de Lora durante más de seis
siglos, configurando una historia muy singular. Llegó de la mano del rey
Fernando III, en tiempos de la Reconquista, y gracias a la ayuda que los
caballeros prestaron al monarca, le fueron concedidas en 1241 las villas y
castillos de Lora y Setefilla y el castillo de Almenara; posteriormente, en
1249, y por la colaboración en el asedio de Sevilla, los freires sanjuanistas
lograron como donación los castros de Malapiel y Alcolea, recibiendo diploma
ocho años más tarde, en el que se incluían las fortalezas anteriores y se
añadían los castros de Peñaflor y Algarín. Con todas estas donaciones se
empieza a estructurar la llamada Bailía de Setefilla. La Orden llevó a cabo en
la zona una ingente tarea de repoblación, se constituye un concejo, se otorgan
privilegios y un fuero, configurándose una importante bailía (territorio
sometido a la jurisdicción de un bailío) que proporcionaba sensibles ingresos
anuales.
Ermita Nª Señora de Setefilla de Lora del Río |
Con la desamortización del siglo XIX la Orden pierde sus propiedades; en 1873,
el Papa Pío IX suprimió la jurisdicción eclesiástica de la Orden de San Juan de
Jerusalén en España y, desde entonces, las iglesias de Lora pasaron a depender
de la diócesis de Sevilla. En este momento desaparece definitivamente el
señorío de Lora, siendo el último bailío el Infante D. Francisco de Paula
Antonio de Borbón, hermano de Fernando VII.
Para los interesados en ampliar información sobre la Orden de Malta pueden consultar el siguiente enlace:
Archivo pdf.